lunes, 9 de noviembre de 2009

Recuerdo de una noche de primavera


Dormiste poco. Estas en medio de Plaza Once y un predicador, megáfono en mano, cuenta que vio al Señor y que quiere que todos lo conozcamos. Muchas palabras juntas y en un tono muy agudo para la tarde que venís teniendo.

Todo este viaje tiene un único fin: estar cara a cara con los integrantes de Cadena Perpetua y no importa nada mas. Dejas atrás al Pastor y después de dos horas llegas a destino. Comes y te dispones a caminar hasta el lugar donde el festipunk congregara a varias bandas de la zona y al trío mencionado.

Como Gretel y sus piedritas, un manojo de remeras de Flema van indicándote el camino. El frío es terrible y la campera no es suficiente, pero en lugar de quedarte cerca de la parrillita, (Coca en mano) te acercas al escenario y ves a la primera banda.

Los acoples tapan todo, el cantante era el sonidista de turno… si, tocaban y no había nadie haciendo el sonido y eso no va a cambiar hasta que alguien se hago cargo del lugar vacante. Igual, cierran con “Y aun yo te recuerdo” y fue excelente.

Van pasando las crestas arriba del escenario y el frío es cada vez peor, hasta que minutos después de las 23 avisan que llego lo que viniste a buscar.

El lugar, al aire libre, tiene una barra, la ya mencionada parrilla y atrás un “camarín”. Entras sigilosamente, estirando el cuello con timidez, sin saber con lo que te vas a encontrar.

Lo primero que entra por tus sentidos son unos palillos, es el Chino precalentando.
Lo ves a Edu escribiendo la lista de temas atrás de uno de los posters que llevan sus caras y que anunciaban la fecha. El Vala esta fumando de espaldas a la puerta.

No pasa mucho tiempo hasta que parte del publico detecta donde esta el grupo que cierra y se agolpan en la puerta... de a poquito eso se convierte en un caos. El manager pide que no entre nadie, mientras tanto comenta sobre el show que darán en La Trastienda después de la gira por México. “Buenísimo” acotas, mientras ya te imaginas ahí con Yanina.

La gente sigue gritando “Valaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!”, el cantante se levanta una y otra vez para firmar entradas y sacarse fotos.
Edu? Edu sigue con la lista.
- “Chinooooo!!!” se escucha.
- “Que pasa???” responde el batero
- “Una fotooooo!!!!!!!!!!!!!”
- “Dale, dale, entra” responde. A esta altura el manager quiere comerse crudo a todos, al igual que ese perro que mira los chorizos y la paleta.

Ya no entra nadie mas. Hernán sigue abrazando a todo el que se acerque hasta la puerta pero la tranquilidad reinaba (nunca dejo de hacerlo) y al primero que llamas es a Damián.

- “Chino, te molesto un segundo? Me firmas? Donde mas te guste” dándole el librito de Largas Noches.
- Uhhh esto es re viejo, así ya no se consigue! ¿Tu nombre?
- Yanina

Le agradeces y seguís tu rumbo, sabiendo que es ahora o nunca... Es el turno del bajista. Ya termino la lista y esta sentado, solo. Caminas hasta la mesita y le decís:
- Edu…
Te responde con una sonrisa, se para, se saca el cigarrillo de la boca y asiente.

La cosa hasta ahora va bien, pero te falta el Vala, la figurita “difícil” sigue afuera, firmando a dos manos. Cuando lo ves entrar agarras Malas Costumbres (a priori es al único que le vas a pedir doble autógrafo) le das el marcador y le claras:

- Lo quiero grande, en toda la cara

Mientras firma le contas lo fuerte que sonaron y lo bueno que estuvo el show del domingo. Se alegra y sonríe, como lo hizo toda la madrugada.

Y así, como si nada, en Largas Noches ya están los 3 “Para Yanina”.

Sabiendo que parte de la prueba estaba superada (hubiera estado completa con púa incluida) miras las paredes a tu alrededor y le preguntas al encargado de organizar todo si tiene algún poster para que te lleves. Manda al hijo a la casa y te trae dos.

Entre hora, y hora y media duro el recital. Todos los que estaban abajo terminan arriba rescatando púas, palos y listas.

La gente fue dejando el lugar de a poco. El frío ya era insoportable y el show había terminado hacia rato pero seguís dando vueltas por la barra. Ya no queda nadie… hasta que un chico con gorrita, aro y una cara que poco tiene que ver con sus 35 años se para al lado tuyo.

- “Estuvo buenísimo”, le decís.
- Si, no? Falto una valla, nada mas (la gente subía constantemente al escenario y recibió varios microfonazos)
- Si, eso fue un bajón… estas muerto de frío (estaba tiritando de una manera que entendías perfectamente)
- “Si, no puedo mas” te contesta. De repente, recordas que tenes un poster en la mochila

De casualidad la dedicatoria “Para Jorgelina, Edu” quedo justo arriba de su imagen.

- “Me alegra que te haya gustado”, sentencia

Y te das cuenta que estas emocionándote… al borde de que si alguien te abrazara te largas a llorar.

“Dale Edu!!” le gritan desde la van. “Gracias niña, que te vaya bien”, te da un beso… y te abraza.

Pero no, no hice papelones y no me largue a llorar… Pero estuve a punto.

FIN