En China se consideraba que tener pies chicos era lo que completaba la belleza en una mujer. Eran la máxima expresión de sensualidad.
Se los vendaban entre los 4 y los 8 años para que no les crecieran. Se creía que de esa manera tendrían pies suaves y delicados.
Para eso, se las sometía a un intenso dolor: les quebraban los dedos y se los apretaban contra los talones. Les cambiaban las vendas y les removían la piel muerta varias veces a la semana.
Y así durante los dos años que duraba el proceso.
La forma que tomaban los pies se asemejaba a la Flor de Loto.
Se decía que tenían Lotos de Oro.
Mi historia nada tiene que ver con esto, mis pies son chiquitos como mis manos y acordes a mi 1.56 de altura.
Vivo en zapatillas. Conseguir zapatos lindos, y no de nena, es imposible. Incluso las ojotas saltan del número 32 al 35… nadie en este mundo calza 33/34??? Solo yo?
Una vez hasta creí en mandarle una carta a Ricky Sarkany. Llorándole. Pidiéndole que me haga un súper zapato, sacado de Sex and the city, en 33 y que me los regale.
Hasta que me decida y me de la cara para escribirle, vivo en mis converse, en mis ojotas encontradas por casualidad y en patas.
Es una de las mejores cosas de Santa Clara, el poder andar descalzo.
P.d.: es mentira lo de Santa Clara, sus calles tienen una mezcla de arena con pedacitos de caracol, de piedras muy pequeñas y de otras cosas que solo el mar sabrá que son, que es imposible estar descalza. No se olviden que tengo pies chicos. Y sensibles, claro.
No se como hacen los que salen del mar, cruzan la calle para comprar algo en el kiosco y van como la naturaleza los trajo al mundo, completamente desnudos. Y sigo refiriéndome a sus pies. No es que a 18 Km. de Mar del Plata haya un pueblo nudista.
P.d.1: también es mentira que cruzando la calle en Santa Clara hay kioscos. Si no vas por la principal solo es probable que vayas a encontrar casas. Y más casas. Y tal vez alguna panadería.